Por: Dra. Carmen de la Fuente Hortañón
Publicación original de: El Heraldo de México
La muerte en la actualidad se vivencia como un problema y no como consecuencia de vivir. Nuestro compromiso como sanitarios, avalados durante más de 6000 años desde que Hipócrates inicia la Medicina científica con su Juramento, es atender a los pacientes hasta el final de sus vidas, buscando soluciones al dolor, ‘Sedare Dolorem Opus Divinum est’: “Sedar el dolor es cosa de dioses”, decía el Maestro. Saber aliviar el llamado DOLOR TOTAL (Dra. Cecily Saunders), y su impronta en las dimensiones del ser humano: física, psicológica, social y espiritual.
El dolor es uno de los síntomas más frecuentes e incapacitantes del cáncer que afectó en 2020 a 19,3 millones de personas, de las que 10 millones murieron con dolor moderado a severo. Está presente inicialmente en un 20-50% y en fase avanzada en un 70-90%, con un efecto negativo sobre el estado funcional y la calidad de vida.
La morfina es barata y es una medicina esencial para tratar el dolor agudo moderado a severo. Su consumo (en solución o comprimidos) permite valorar, si se trata bien el dolor, pero su disponibilidad limitada continúa siendo el mayor obstáculo para el desarrollo de los CP, porque el precio que pagan los países por los medicamentos, varía mucho. En México según datos publicados en la revista Mexicana de Anestesiología nº 3/2023 existen inequidades en el acceso a la morfina sobre todo en el alivio del dolor infantil y de acuerdo con la agrupación Human Rights Watch no se respetan los derechos elementales.
En este momento el desabasto y la inaccesibilidad a los opioides medicinales impacta fuertemente el bolsillo de las familias mexicanas que cuentan con enfermos con dolor por cáncer o al final de sus días. Corren tiempos difíciles en este campo, se mezclan intereses y sensibilidades diversas.
“La denegación de facto del acceso al alivio del dolor, si causa dolor y sufrimiento, constituye un trato cruel, inhumano o degradante” Manfred Nowak, Relator ONU. Recientemente la OMS indicaba que alrededor de 56.8 millones de personas en el mundo requieren Cuidados Paliativos, el 78% de ellas viven en países de bajos a medianos recursos, pero sólo los reciben un 14% de los que los necesitan e irá en aumento como consecuencia de la creciente carga que representan las enfermedades no transmisibles y el progresivo mayor envejecimiento de la población.
Es una responsabilidad de todos, pero ¿los Gobiernos están respondiendo adecuadamente? podemos decir que no, a tenor de los datos mostrados. Cuidarnos unos a otros cuando somos más vulnerables es sin duda una de las características de una sociedad sana.