Por: Cándido Pérez, Investigador de Early Institute
Publicación original de: Mexiquense Televisión
El pasado 2 de noviembre se conmemoró el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela. En esta jornada, se reconoce que la violencia escolar en todas sus formas constituye una violación de los derechos a la educación, salud y bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
A pesar de la expectativa de que las escuelas brinden un entorno seguro y propicio para el desarrollo, la realidad demuestra que esto no siempre se cumple. Para muchos, la escuela se convierte en un lugar donde experimentan continuamente violencia y acoso.
Según la UNESCO, a nivel mundial, casi uno de cada tres estudiantes es víctima de acoso por parte de sus compañeros. Experiencias como la violencia, el acoso y la discriminación en el entorno escolar pueden ocasionar trastornos mentales y afectar al aprendizaje. En contraste, sentirse seguro en la escuela está estrechamente relacionado con una mayor salud mental y un mejor rendimiento educativo.
Los niños, niñas y adolescentes considerados de alguna manera “diferentes” enfrentan un mayor riesgo de ser víctimas de violencia y acoso. Encuestas internacionales indican que el aspecto físico es la razón más común para ser víctima, seguido por la raza o el color de piel. Además, aquellos que pertenecen a familias con menos recursos y los niños y niñas migrantes tienen una mayor probabilidad de sufrir violencia.
Es relevante destacar que, aunque a nivel internacional el acoso ha disminuido en muchos países, el ciberacoso es un problema en aumento, afectando a uno de cada diez niños, niñas y adolescentes, según la UNESCO. El incremento en el uso de dispositivos y la conexión a internet ha provocado un aumento en el acoso a través de redes sociales, videojuegos y diversas plataformas virtuales.
Ante esta problemática, organismos internacionales recomiendan implementar políticas de prevención y respuesta rápida, formar y apoyar al profesorado, facilitar información y apoyo para que los niños puedan expresarse libremente, y poner especial énfasis en aquellos que pueden ser más vulnerables debido a su raza, género o condición económica.