Por: Annayancy Varas García, Directora General de Early Institute
Publicación original de: El Financiero
En México es fundamental visibilizar el tema de las mujeres embarazadas en los espacios laborales, pues ellas representan 38 por ciento de la fuerza laboral y son las que más sufren discriminación en la etapa en la que pueden embarazarse. Durante su participación en la mesa de análisis “La maternidad en el espacio laboral, ¿cómo romper la cadena de violencia hacia las mujeres embarazadas?”, Denisse Montesinos Pacheco, presidenta de Mujeres en Finanzas, y Valeria González Ruiz, coordinadora de Vinculación e Incidencia en Políticas Públicas de Early Institute, coincidieron en que la maternidad debe dejar de ser vista como una desventaja para considerarse como un bien social, que impacta favorablemente en la niñez, en particular en las niñas y los niños en primera infancia.
Al respecto, Valeria González habló de hacer esfuerzos para proteger la maternidad de manera integral: “Si la maternidad no es vista como una prioridad, un bien social, los esfuerzos que se realicen serán meros parches en las leyes o reglamentaciones. Es necesario que se ponga en el centro a la maternidad, que se le preste una protección integral reforzada”, señaló.
Por su parte, Denisse Montesinos indicó que en el ámbito privado hay empresas que están adquiriendo compromisos para provocar acciones de protección que van más allá, al generar ambientes inclusivos y buscar el balance de las políticas de cuidado. “Es buscar cómo la empresa puede propiciar que el contexto cambie, que el rol que tiene la mujer en el sistema de cuidados, a nivel país, cambie, buscando un equilibrio en los roles de cuidado”.
Al respecto, la presidenta de Mujeres en Finanzas destacó que hoy la mujer trabaja 40 horas de trabajo no remunerado, es decir, 72 por ciento más que los hombres. “Esto es llegar y tener otra jornada de trabajo”. Sin duda, esto afecta el desarrollo profesional de las mujeres, pues al recaer en ellas el sistema de cuidados no se permite que crezcan en el ámbito laboral. Otra cifra importante se refiere al crecimiento que alcanzaría una empresa preocupada por los procesos de ambientes inclusivos, al señalar que pueden generar un crecimiento de 15, 20 o 25 por ciento más de rentabilidad y de creación de valor contra las empresas que no lo hacen. “¿Qué empresa no quisiera tener esa productividad solo por entrar a los temas de inclusión y de incorporación de las mujeres?”, subrayó.
Entre las conclusiones de la mesa se destacó la visibilización del tema; la generación de acciones para cambiar el entorno con diagnósticos y guías; la aplicación de políticas de inclusión, así como políticas de maternidad y paternidad para erradicar el rol de que el cuidado de los hijos e hijas es exclusivo de la mujer.
Para Early Institute, la maternidad debe verse como un asunto multifactorial, es decir, ser abordado desde diversas ópticas para ofrecer soluciones de manera integral. Sobre todo, es necesario que sea visto como un tema prioritario, que abarca desde la gestación hasta la crianza, para erradicar las condiciones de marginación, maltrato y ausencia de sensibilidad hacia la mujer trabajadora embarazada, situaciones que impiden su desarrollo y crecimiento laboral.