Por Annayancy Varas, Directora General de Early Institute
Publicación original en El Financiero
Con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, se aprobó en Argentina la despenalización del aborto hasta la semana 14 de gestación, el pasado 30 de diciembre de 2020. Es sorprendente que viviendo la contingencia sanitaria más devastadora de los últimos tiempos no sólo por sus implicaciones de salud, sino por los efectos en la economía, el descontrol social, la desesperación de muchos sectores por sobrevivir, etcétera, el hecho fuera abordado y, además, fuera motivo de celebración.
El aborto es y siempre ha sido una práctica que no resuelve los problemas de fondo. Es una amenaza a la salud de las madres gestantes y significa la terminación de una vida. ¿Cómo puede eso festejarse? Sucedió en Argentina, pero también en nuestro país, en donde actores de la vida política se unieron a la celebración, cuando su atención debe estar puesta en otros rubros más apremiantes.
En las últimas semanas la despenalización en Argentina ha sido colocada en la discusión nacional, exigiendo que el tema sea retomado dentro de la agenda pública como una supuesta prioridad también para el caso mexicano. Pero las urgencias son otras.
México hoy carece de un sistema de salud robusto que haga frente no sólo a lo derivado por la pandemia, sino a otras situaciones que demanda la población, como el tratamiento del cáncer en niños. Es indignante que se coloque sobre la mesa el tema cuando existen, en realidad, otras necesidades con un peso mayor. Más lamentable es que se busque que el aborto sea considerado como un derecho de primera atención, cuando los requerimientos básicos de salubridad están muy lejos de ser cubiertos.
El asunto no es menor, en tanto al menos hay 12 iniciativas que se discuten hoy en el Congreso de la Unión para despenalizar el aborto, impulsadas por partidos como Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano.
Estos partidos incluyeron en su agenda legislativa 2020-2021 la promoción de iniciativas a favor del aborto, mismas que no han prosperado y sigue pendiente su dictaminación.
Incluso, el 7 de enero de 2021 la diputada de Morena, Lorena Villavicencio, presentó ante la Comisión Permanente un punto de acuerdo para que se discutan en el siguiente periodo las iniciativas referentes al aborto.
Hay que recordar que el próximo periodo legislativo será del primero de febrero al 30 de abril de 2021, y se seguirá efectuando bajo el panorama del Covid-19. En ese sentido, los asuntos que deberían ser privilegiados son los relativos a la garantía de servicios adecuados de salud, el impulso de la economía, la mejora en la calidad de la educación, la cobertura alimentaria, el combate a la corrupción, la seguridad, entre otros, que son las herramientas con las que México podrá salir adelante de los estragos que está dejando la pandemia.
Por todo esto, en Early Institute hacemos un llamado a dirigir nuestro esfuerzo y trabajo al bienestar colectivo, principalmente, al cuidado y protección de las familias mexicanas, que están siendo afectadas profundamente por las condiciones de confinamiento y la crisis sanitaria.