Falta investigación de calidad para atender disforia de género

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Por: Cándido Pérez, Investigador de Early Institute
Publicación original de: Mexiquense Televisión

Hace unos días, el Colegio de Pediatras de Estados Unidos publicó una declaración en la que pide detener inmediatamente prácticas para la afirmación de género, tales como bloqueadores de la pubertad, tratamientos hormonales y cirugías en niñas, niños y adolescentes que experimentan disforia de género. Pero, ¿qué significa todo esto?

Como sabemos, hay niñas y niños que, desde pequeños, pueden sentir incomodidad o angustia por su sexo biológico. Es decir, falta de identificación con el sexo con el que nacieron, sea hombre o mujer. A eso se le denomina disforia de género.

Para abordar esta problemática, puede darse un tratamiento médico que incluya terapia hormonal de feminización o de masculinización, cirugía para cambiar el pecho, los genitales, el contorno corporal e incluso la utilización de los llamados bloqueadores de la pubertad, que son medicamentos que impiden que el cuerpo produzca hormonas sexuales para retrasar los cambios de la pubertad.

También puede darse un tratamiento psicológico que busca dar acompañamiento y ayudar a resolver dudas de identificación, problemáticas asociadas como ansiedad o depresión y encontrar maneras de disminuir la disforia de género.

En este sentido, el Colegio de Pediatras de Estados Unidos manifiesta serias preocupaciones sobre los efectos en la salud física y mental de los protocolos actuales con bloqueadores de la pubertad, hormonas y cirugías que dañan cuerpos sanos.

Manifiestan que la mayoría de las niñas, niños y adolescentes cuyos pensamientos y sentimientos no se alinean con su sexo biológico resolverán esas problemáticas mentales después de experimentar el proceso normal de desarrollo de la pubertad.

Por otro lado, afirman que falta investigación de calidad para determinar las intervenciones médicas, sobre todo, se carece de estudios a largo plazo adecuados y no existe evidencia suficiente que muestre que la salud mental mejore con dichas intervenciones.

Por ello, países como Inglaterra, Suecia, Dinamarca y Finlandia han reconocido que las intervenciones hormonales y quirúrgicas no solo no son útiles, sino que pueden ser perjudiciales, por lo que han pausado ese tipo de protocolos y en su lugar se están enfocando en evaluar y tratar las preocupaciones de salud mental subyacentes y previas.

Sin duda, existe una necesidad de atender estas problemáticas que viven niñas y niños, pero es imprescindible que cualquier tratamiento médico esté basado en evidencia científica.

Garantizar la mejor y más segura atención posible para cada niño, niña o adolescente no es un asunto menor, pues estamos ante un grupo altamente vulnerable, en el que debemos evitar tratamientos experimentales e innecesariamente invasivos, que no pongan en el centro su bienestar integral.

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